Freddy Taish era integrante de la comunidad shuar. Estaba casado, tenía 28 años de edad, dos hijos, uno de un año y otro de 15 días de nacido. Fue asesinado el 7 de noviembre 2013 en San José de Piunts, parroquia Bomboiza, cantón de Gualaquiza, provincia de Zamora Chinchipe. Sucedió durante una incursión de militares para cumplir con un operativo a orillas del río Zamora para el “control de dragas” que consiste en confiscar la maquinaria de los pequeños mineros informales.
El grupo de militares escoltaba a funcionarios de la Agencia de Regulación y Control Minero (ARCOM) en un operativo contra la minería ilegal en el sector de San José de Piunts. Los militares informaron haber decomisado dos dragas e indicaron que sus propietarios cruzaron a la otra orilla del río y empezaron a disparar. Luego, según el Ministerio del Interior, los militares se habrían retirado y habrían sido emboscados en el río y atacados a tiros.
La versión oficial contrasta con otros testimonios. Uno de ellos es el de Raúl Ankuash, cuñado de Freddy Taish, quien sostienen que los militares llegaron a la zona de forma violenta lo que desató un tiroteo de ambos lados. Las dragas son utilizadas para la minería artesanal, actividad a la que se dedican muchos habitantes de la zona, en donde la transnacional canadiense Ecuacorriente S.A. desarrolla el proyecto minero Mirador.
Taish recibió un disparo en su rostro durante el operativo, por una munición calibre 9 mm, armas exclusivas de uso militar en ese momento. Los militares llegaron a la isla Tutus. Dispararon y lanzaron bombas lacrimógenas contra las personas que realizaban labores de pesca en esa zona. Entre ellos estaba Taish, niños y personas de la tercera edad.
Con el levantamiento del cadáver se inició la indagación previa y el 25 de marzo de 2014 se presentó la denuncia sobre ejecución extrajudicial. De acuerdo a las versiones recogidas, llegaron a la isla tres personas afrodescendientes y pidieron ayuda para enfrentar a los militares, entre ellos Jhonny Quiñonez Llanos, quien estaba casado con una mujer shuar y residía en el cantón Yanzatza, provincia de Zamora Chinchipe. Desde el Gobierno se lo responsabilizó de los disparos y lo identificó como propietario de una de las dragas decomisadas por el Ejército. El padrastro de Freddy se había negado a dar ayuda y habría pedido a Freddy que se alejara del lugar; él logró hacerlo junto a su esposa y dos de sus nietos que lo acompañaban en la pesca justo en el momento en que los militares llegaron disparando.
Los militares avanzaron por los dos brazos del río, bordeando la isla y sorprendiendo a la familia de Freddy Taish en una esquina de la isla. Según declaraciones del fiscal de Morona Santiago, Roberto Villarreal, hay ciudadanos extranjeros dedicados a la minería ilegal que pagan a los habitantes shuar para que les permitan dragar en sus terrenos. La versión oficial agrega que habitantes del sector han confirmado que en la zona operan bandas armadas.
Por separado, Leonardo Barreiro, a esa fecha Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, y el vicepresidente Jorge Glas informaron que los militares no portaban armamento, con excepción de dos oficiales. Los testimonios aseguran que Freddy Taish no pudo salir junto a su familia porque ya se encontró con militares en el lado derecho de la isla, y optó por avanzar hacia el lado izquierdo, buscando esconderse en unos arbustos en la esquina de la isla, pero los militares avanzaban también por ese lado y Taish quedó en medio de los dos grupos de militares.
Mientras Freddy Taish intentaba escapar se encontró con un militar que portaba una pistola, quien avanzaba agazapado; fue este militar quien habría disparado contra Freddy, según el testimonio de un testigo que se presentó ante la Comisión de Investigación que nombraron las autoridades indígenas shuar.
Según los testimonios, una vez muerto Taish, los militares procedieron a recoger casquillos de las municiones que se habían disparado. Salvador Quishpe, prefecto de la provincia de Zamora Chinchipe, dijo lo siguiente: “No se ha hecho ninguna investigación hasta ahora y, al parecer, el gobierno quiere que se quede en el olvido este caso”. “Taish estuvo pescando con su familia, rescató a sus hijos, a su familia primero. Hubo un disparo desde la parte de los mineros, pero muy alejado del lugar y al aire. Jamás imaginaron que los militares iban a volver para acribillar a la población. Entonces Taish rescata a su familia y en un matorral cerca de la orilla le acribillan”, aseguró Tarquino Cajamarca, abogado del caso patrocinado por la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), al portal Mil Hojas.
El 9 de junio de 2015, la Comisión de la Verdad y Derechos Humanos de la Fiscalía General del Estado solicitó a la Fiscalía de Gualaquiza, provincia Morona Santiago, un informe detallado sobre lo actuado en el caso Freddy Taish. Es a partir de este pedido que la Fiscalía ofrece dar seguimiento a las investigaciones, lo cual se viene dando desde el año 2016, sin resultados hasta la fecha.
La muerte de Freddy lo presenció su madre, Elvira Tiviram, que dijo: “Yo estaba con mi hijo cuando lo mataron. Con mis ojos he visto quienes lo mataron, fueron militares. Vi con mis ojos que botaron bombas, disparaban y con ese espanto yo todavía vivo ahora”.