El soldado del Ejército Darwin Fabián Panchi Ortiz, oriundo de Ambato, ciudad al sur de Quito, tenía bajo su protección a dos mujeres: su madre no vidente, Amanda Ortiz, y su abuela, María Ofelia Cañar. Recibía clases en el Comando de Inteligencia Militar (COIM), en Quito, cuando el 30 de septiembre del 2010, día de una sublevación policial, fue convocado a concentrarse y posteriormente fue dispuesta su movilización para ir al rescate del presidente Rafael Correa en el Hospital de la Policía.
Se sostuvo que, durante la incursión de los grupos especiales del Ejército y la Policía, Panchi recibió un disparo debajo del mentón atribuyendo a que fue emboscado por los gendarmes sublevados, quienes le propinaron varios golpes antes de que pudiera ser trasladado al hospital. Falleció dos días después y sus familiares no recibieron información respecto de las circunstancias de su muerte. Nunca se comprobó esta hipótesis, así como no se han realizado pruebas balísticas confiables para la determinación del arma que hizo el disparo.
El 3 de enero de 2017, el policía Walter C. fue declarado inocente. Él fue señalado por la Policia como coautor del asesinato de Panchi. Para fundamentarlo presentó 25 testigos y pruebas, así como las pericias sobre la trayectoria de las balas y el cotejamiento balístico del arma con que se hiciera el disparo que impactó al soldado Panchi. La Fiscalía dijo que apelará la resolución. Pero aún se desconocen los resultados.
Sus familiares han reclamado la falta de diligencia por parte de la Fiscalía y el poco interés de los funcionarios de dicha dependencia para esclarecer los hechos, que se mantienen impune.