Francisco Sampedro protagonizó uno de los casos más insólitos en cuanto a libertad de expresión se refiere en Ecuador. Sucedió la noche del 26 de noviembre de 2015 cuando Sampedro, chofer de profesión, fue acusado de “tráfico de armas químicas y nucleares” por llevar un monigote en su camioneta. El ciudadano fue detenido por policías horas después de una jornada de protestas en contra del Gobierno, en Guayaquil. Sampedro había sido contratado para llevar durante las manifestaciones un monigote en forma de borrego.
A Sampedro se le inició una investigación por ser el presunto autor del delito de tráfico ilícito de armas de fuego, armas químicas, nucleares o biológicas, tipificado en el artículo 362 del Código Orgánico Integral Penal. Ese delito contempla prisión de cinco a siete años.
En el parte policial, los uniformados contaron su versión de los hechos. Dijeron que cerca de las 18:40 se produjo la quema de llantas y de un monigote en forma de borrego en los exteriores de la Gobernación del Guayas. Entonces identificaron a la camioneta desde donde se habrían descargado dichos neumáticos con supuesto material explosivo en su interior, por lo que a las 21:00 “se procedió a localizar e inmediatamente interceptar este vehículo y su conductor”.
Fue así como el ciudadano de 53 años de edad fue detenido por “delito flagrante” sin que se le diera explicación de su falta. En el parte también se indicó que en la camioneta se encontraron materiales como banderas, afiches, palos, tubos y hojas volantes de papel con manuscritos y que el conductor supuestamente tenía aliento a licor.
Expertos aseguraron que ese fue caso fue una muestra más de cómo se atemoriza y criminaliza la protesta social. Las llantas, el papel y la gasolina hallados en la camioneta no calificaban como una arma de fuego, ni como arma química, ni biológica ni nuclear, según juristas. El borrego llevaba un cartel que decía: ‘Aprobando las enmierdas obtendré pasto para mi estómago’. En ese entonces estaba en pleno debate la aprobación de una serie de enmiendas constitucionales, que más tarde fueron derogadas.
El 20 de febrero de 2016 Sampedro recuperó su libertad tras 86 días en los que permaneció detenido como parte de la prisión preventiva que se le impuso. En libertad, afrontó el proceso judicial que concluyó el 30 de junio de 2017 cuando fue declarado inocente. Un Tribunal Penal del Guayas acogió la decisión de la Fiscalía que se abstuvo de acusar al considerar que no habían suficientes elementos para demostrar la culpabilidad.
Durante el gobierno de Rafael Correa, las expresiones públicas de oposición a su administración fueron duramente reprendidas. Fue el caso del estudiante Luis Calderón, quien fue retenido y posteriormente sentenciado a realizar 20 horas de servicio comunitario por hacer ‘gestos obscenos’ (yucazo) a Correa el 1 de mayo de 2015. En 2013, Correa insultó al artista popular Jaime Guevara por hacerle una seña obscena al paso de la caravana presidencial. Guevara contó que Correa se bajó del auto y le recriminó con insultos, llamándolo “borracho” y “marihuanero”. Luego lo retó a enfrentarse con él en media calle. En 2011, Correa arremetió contra la señora Irma Parra, en Riobamba, quien lo increpó por el No a la consulta popular con una señal obscena.