El periodista de Radio Sucre fue asesinado el 24 de junio 2008. Recibió  tres impactos de bala. Él tenía una postura crítica en el programa que dirigía “Buenos días Ecuador” desde hace más de una década, en el que se destacaba por sus comentarios frontales sobre la situación del país y del gobierno. Se señaló que el móvil del crimen fue el robo, que inicialmente se entendió había sido planificado por su conviviente, quien en definitiva resultó absuelta. Se sindicaron a los autores materiales del delito.

Raúl Rodríguez nació en Guayaquil el 27 de abril de 1945. Se inició en el periodismo en Radio HCJB, donde se jubiló a los 23 años de labores. Cuando fue asesinado laboraba en Radio Sucre como vicepresidente de noticias. Alba Rodríguez sostuvo que su papá recibía constantes amenazas por las críticas contra el Gobierno e instituciones públicas, entre ellas, de varios funcionarios de la Corporación Aduanera Ecuatoriana (CAE). Al punto de que para precautelar su integridad llevaba un arma y comentó a varios allegados de las amenazas en su contra.

Según su hermano Carlos, el día del crimen, el periodista llegó a las 05:55 a Radio Sucre, ubicada en el norte de Guayaquil; hacia las 07:10 salió de la emisora. A las 07:20 llegó hasta la manzana 21, villa 5, y estacionó su auto Chevrolet Vitara, de placas GOP-333, en una casa de la manzana 28. En ese momento fue interceptado por dos sujetos que se movilizaban en un taxi Lada de placas GHB-199, por la avenida principal de la ciudadela Guayacanes. Ellos dispararon tres veces contra el comunicador. Rodríguez intentó inútilmente sacar su arma para defenderse.

El 27 de junio de 2008 con la detención de ocho personas implicadas, la Policía Nacional y Fiscalía dijeron haber descubierto a la autora intelectual del crimen, acusando a su exconviviente Luz Antonia Rivera Yépez. Pero el móvil que se le atribuía y las circunstancias del hecho determinaron que la acusada como autora intelectual de la muerte fuera absuelta de cargos al no comprobársele su responsabilidad en el delito. Sucedió el 30 de junio de 2009.  

Johnny Medina Rivadeneira y Segundo Sellán Vargas fueron señalados como los autores del delito que fue considerado un robo agravado, por la muerte de la víctima. Los dos fueron sentenciados a 25 años de reclusión mayor especial. Asimismo, Ronald Velasco Pinela fue sancionado como encubridor y sentenciado a 2 años en la Penitenciaría del Litoral.

Fuente: Las muertes sin aclarar de la década correísta, autora Mariana Neira