En Guayaquil, el 20 de julio de 2011, fue acribillado por sicarios el joven Marlon Rafael Lozano Yulán al bajar de las oficinas de la organización campesina Unión Tierra y Vida. También era asesor de educación de la CEDOCUT y militante de las juventudes de la FENOCIN. Tenía 30 años.
Al parecer el atentado estuvo dirigido en contra de su tío, el abogado Milton Yulán Morán, coordinador de la organización y dedicado por 30 años a la defensa de los derechos campesinos a la tierra y la reforma agraria. El Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, FIAN Ecuador y otras organizaciones pidieron que el crimen no quede en la impunidad y denunciaron la presencia paramilitar para intimidar a los campesinos. Unión Tierra y Vida denunció actos de intimidación sufridos por su dirigente Milton Yulán y familia. Incluso la oficina de la organización fue asaltada. Cuatro computadores fueron robados.
Estos hechos se dieron mientras estaba en curso el proceso de entrega de tierras a organizaciones campesinas que eran de propiedad de la banca cerrada y que pasaron a la administración del gobierno de Rafael Correa. La revista Vanguardia informó el 25 de julio de 2011 que “los dirigentes de la organización responsabilizaron a especuladores de tierras que se oponen a la distribución de áreas que fueron incautadas a los banqueros y buscan la concentración de estas en manos de pocas empresas y grupos económicos”.
Con ese asesinato, las muertes de dirigentes campesinos en el litoral por el tema de tierras superaba la decena, informó la revista. Asimismo, en Vanguardia en su número 270, del 13 de diciembre del 2010, se denunció que cinco de estos crímenes habían afectado a dirigentes de organizaciones que luchaban por la posesión de tierras de la banca cerrada.