El 18 de enero de 2010, en el sector del río San Miguel en la frontera colombo-ecuatoriana, tres civiles fueron acribillados.

Se trataba del comerciante ecuatoriano Francis Tamayo Omitar; y de los campesinos colombianos Orlando Tapia Molano y Sabino Timote Pérez. De acuerdo con la Cedhu, los tres “fueron mortalmente heridos por disparos realizados por la espalda”.

Los familiares de las víctimas denunciaron en la Fiscalía de Sucumbíos contra el Ejército y la Policía. Ellos sostuvieron que los tres civiles se trasladaban en bote desde Puerto Mestanza con dirección a la Precooperativa Fuerzas Unidas. El tripulante y dueño del bote era Francis Tamayo. El hecho sucedió en la jurisdicción de la Fuerza de Tarea Conjunta Uno (FTC-1), dependiente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Los militares aseguraron en ese entonces lo siguiente: “una patrulla se encontraba a las orillas del río San Miguel, y pasaba una embarcación sospechosa, sus miembros ordenaron el alto, pero los ocupantes no hicieron caso y respondieron al fuego. La embarcación aceleró a gran velocidad. Se evidenció que las personas eran tres y usaban uniformes militares y estaban armados”. El fiscal del caso refutó a la prensa esa versión: “Yo tengo las pruebas y no estaban armados ni tenían uniformes militares”.