Fue un joven de 17 años que apareció muerto y con señales de tortura en una quebrada de Zámbiza, en el norte de Quito, el 6 de enero de 2007. Fue detenido por policías junto a un amigo mientras grafiteaba una pared en el sector de El Inca. Los uniformados los embarcaron en una patrulla, que los llevó hasta Zámbiza, pero solo a uno de ellos lo dejaron libre. Mientras que la última vez que fue visto Paúl con vida fue en la patrulla que tomó dirección para Quito.

Según Cedhu, no hubo registro de haber sido llevado a ningún centro de detención. En la primera autopsia se dijo que era un suicidio, pero la familia pidió un segundo examen que detalló quemaduras de cigarrillo en su mano y más torturas.

Los policías Geovanny Xavier Álvarez Zambrano, Claudio Ermel Chicaiza Caiza y Eduardo Santiago Cruz Live fueron sentenciados a 20 años de prisión en 2008. Pero en el 2009, los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia reformaron la sentencia a 9 años de reclusión. Por rebaja de pena, uno de ellos, Álvarez Zambrano fue liberado en octubre de 2013.